Para empezar me han pedido que yo escriba una entrada a modo de presentación, para este blog y os preguntareis ¿quién eres tú para que te hayan pedido que escribas tú la entrada? ¿no?
Pues para todos aquellos que no lo sepáis mi nombre es Isa y tengo una niña de tres años que se llama Lucia y que tiene esta enfermedad, Síndrome de Rett.
Y bueno que puedo contaros... para empezar os diré que Lucia nació hace tres años un cinco de marzo a las cinco y cinco de la tarde (como predijo Aroa) y todo fue normal, todas las pruebas que hacen a los bebes cuando nacen (talón, hipoacusia, etc.) todo normal. Siempre ha sido una niña muy comilona, nunca llegaba a las tres horas de rigor, siempre quería comer antes.
Empezó a crecer y crecer y todo normal, jugaba con los móviles de la cuna, con los sonajeros, te miraba, empezó a repetir monosílabos (ma, pa, ta) e incluso decía papa y mama de vez en cuando. Pero un día no se cual exactamente empecé a darme cuenta, con ocho meses más o menos, que ya no jugaba tanto con las cosas, era una niña muy tranquila, se quedaba horas sin prácticamente protestar en el carro, y lo que más me empezó a mosquear es que no hacía por ponerse de pie. Se lo comenté a la pediatra pero me dijo que no me preocupara que había niños que tardaban mas en ponerse de pie y andar, de modo que seguimos así hasta que sobre los doce o trece meses ya me mandaron a rehabilitación al Materno para saber si era retraso en el desarrollo y comenzaron a darle rehabilitación y también vinieron las pruebas neurológicas, las cuales salieron todas bien.
Así empezó una lucha que llega hasta hoy. Un ir y venir de médicos, revisiones y sobre todo comenzaron un montón de preguntas, ¿andará? ¿hablará? ¿comerá sola? ¿hará pipi en el váter sola? y sobre todo una que fue creo la primera pregunta que me hice ¿por qué a mí?
Todavía hoy no tengo respuesta pero si puedo decir hoy que estoy mucho más tranquila y más positiva que entonces, cuando se lo diagnosticaron porque ahora tengo más información, se por donde tengo que ir y lo que hay que hacer, aunque hay veces que no se como hacerlo.
Entonces lo veía todo negro y todavía hoy se que me queda un camino muy largo pero que no queda otro remedio que recorrerlo y procurar ir quitando las piedras que nos encontremos por el camino.